viernes, 23 de diciembre de 2011

Poema a Verónica - Abel Miranda

A ti hermana, que me has parido mas veces que mi madre,
a ti, a quien he evitado nombrar con posesivos y cárcelespalbras,
viendo que en realidad me iba cayendo en el extremo imposible,
allí donde hay que inventar nombres porque todo está por nacer,
donde no atrapas nada, ni puedes asir porque todo es distancia.
Compañera, pagaré un alto precio.
Todo lo que existe merece perecer!
Apartarme de los nombres, de los posesivos, para ver sorprendido
que morirán inevitablemente, que no me alcanza, que no es, que está perdido.
Apartarme de los contratos, de los lazos sagrados y dejarte frente a mí
bajo la cruel sospecha del tiempo en un nido posiblemente roído.
Apartarme más allá de lo que dicen, allí donde fracasa el amor,
Donde es poco haber nacido, haber dicho, haber comprendido.
Amormuertevida, pagaré un alto precio.
Por haberte querido sin pedir nada a cambio.
Cuando levantamos las maderas del piso sagrado del amor,
vimos las miserias, la carroña, los sentimientos bajos, la luz humana,
el resguardo, el pez devorado, el silencio, la opresión, lo posible, lo imposible.
Dejamos el amor con sus sentidos de supermercado y nos fuimos
a habitar la angustia y el movimiento que cambia lo que construimos.
Mañana no sé si estaré, desnudémonos que llega tu marido,
matemos al macho cabrío que se domesticó con la costumbre,
bebamos este vino que se acaba, bailemos anónimos. 

2 comentarios:

  1. Yo por mi parte bebo por este poema que me pareció desesperado y suficiente.
    Slds.

    ResponderEliminar
  2. Hermoso poema! Me quedo con el último verso ..."bebamos este vino que se acaba, bailemos anónimos"...

    La vida está hecha de instantes que tienden a perecer, esa es la interpretación que le otorgo a este poema que alberga hacia el final la poesía en una bella metáfora del tiempo.

    ResponderEliminar