martes, 31 de mayo de 2011

Federico Soler en la Jeta literaria

Poeta por poeta

Poeta corazón que ama a sus hijas y no las “desea”.

Poeta de concurso y “buenas compañías”.

Poeta que escribe a Tucumán y es “mencionado” sin que lo mencionen.

Poeta con canas y presencia de poeta.

Poeta de “Buen Gusto” y “sanas costumbres argentinas”.

Poeta que escribe microexperiencias sin elocuencia.

Poeta de café literario descafeinado.

Poeta de página en blanco sin partido obrero.

Poeta de monoambiente sin cochera.

Poeta descompuesto, putrefacto, mortaja de inferencias.

Poeta sin prepucio, sin esperma, ni osamenta.

Poeta con mal humor.

Poeta con muy mal humor muy.

Poeta sin vicios ni indecencias.

Poeta del “Bien vivir”: con obediente pareja, virginales críos

y amigos de la escuela.

Poeta sin sexo, sin sangre, ni duermevela.

Poeta correcto sin blasfemias y palabras en estado de coma.

Poeta paupérrimo de “Goce”, carente de placer… Poeta.

Poeta para jubilarse de poeta.

Poeta luchando por una pensión (ajeno al vecindario).

Poeta de dos publicaciones, tarjeta de puntos y suplemento La Garcheta.

Poeta insostenible de Poeta.

Poeta paladín de la “Buena forma”, aséptica, impotente,

inmaculada y estéril.

Poeta de la academia decadente,

sin vómitos, ni heces,

sin semen, ni cilicios,

sin ligas, ni Jaureche.

Poeta premiado para el orgasmo del jurado

y la póstuma comidita en la Corzuela.

Poeta primate, hommo habilis, sin llegar a sapiens sapiens.

Poeta confinado al embuste de los legos

y al desvirgue escolástico de su Fausto

impotente, rengo y sin aliento.

Poeta sin memorias del subsuelo.

Poeta pesanervios, Señor Moral.

Poeta literal no literario.

Poeta “bendito” que necesita que sus hijos lo acompañen

a no recibir un premio.

Poeta que no es su propio sostén.

Poeta agazapado: detrás de cada poeta

se oculta un batracio

que desea ambiguo seguir comiendo

la mosca del halago en la cena de las letras.

Poeta-batracio, se inflama, se hincha,

de tanta mosca estalla como sapo.

Poeta aplastado por la rigurosidad de su pensamiento

“normal” y elitista.

Federico Soler. Nacido en San Miguel de Tucumán. Escritor de contienda. Sepulturero literario. Ganador de algunos concursos de poesía y cuento. Autor del libro inédito: “Mariposas interruptus de la calle”. Lector prostibulario y obsesivamente discriminador. En ciertas oportunidades psicoanalista.

El autor de la vecina provincia no sólo ensayará sus impresiones acerca de la producción de Enrique Medina este sábado 4 de junio en La Jeta Literaria sino que también compartirá su propia obra y dialogará de la misma con los asistentes del encuentro.

1 comentario: