viernes, 15 de octubre de 2010

Ejemplo del perro educado y de la ishpa del perro alano - Abel Miranda

No ha mucho tiempo que un perro alano había ishpado copiosamente en unos canteros de una residencia distinguida, cuando la criada, menos instruida que un perro cabe decir, se disponía a sacar al perro educado para que el muy distinguido animal hiciera a sus anchas. Habiendo salido ya el valioso mastín percibió una fragancia rústica y telúrica que atrajo su atención. Dirigiendo su instruida nariz dejo que se posara sobre el tan silvestre aroma y fue entonces cuando sintió aquella virilidad atronadora, casi como la mima sensación que un obrero ilustrado siente al leer El Capital. Unas ansias de cometer desatino se apoderaron de su cabeza perruna, tal era el efecto de esa sabia savia férrica. Así el animal de pelo brilloso, diríase cabellos más que los de la pobre criada, dispusose a realizar una proeza que tuviera que ver con su sangre pura, a toda carrera cruzó la avenida y no bien llegando a la mitad fue ahí donde quedó. Bajo las primeras ruedas, diríamos molestaba, mas luego de varias ruedas ya emparejaba (la acera). La causa fue de que un funcionario, que se disponía a llegar a su casa luego de unas sesiones con su secretaria, se acomodara para soportar el envión que producía un eterno bache que allí había, cuando para su sorpresa no hubo sobresalto; coronó el distinguido funcionario con una frase: - las obras demoran pero llegan.

1 comentario:

  1. fe de erratas: donde dice "dejo que se posara" debe decir "dejó que se posara".

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