domingo, 12 de septiembre de 2010

Poema no negociable - Abel Miranda

Está bien así, no quiero el auto ni la casa.
Sé que entraremos en la muerte vacíos.
Jugando me la paso en este tiempo deletéreo
que siento que me juzga con verdades duras,
con alientos y alimentos.
No acierto en el vivir. No acierto en lo que digo,
por eso no callo. Por eso marco un rumbo de pájaro muerto.

Se hamaca en mi sangre lo que no he sido,
llega entre ruidos el misterio en que intento y no puedo.

Está bien, soy y estoy débil. Me caigo en un agua espesa,
tomo prestado voces que no devuelvo,
mientras la historia total cae ante los estrépitos del universo.
Se desvanece y está bien que así pase.
No hay dolor porque no hay fin.
La posibilidad no termina.
Movido por una maquinaria que juega con mi diminuto destino,
me abandono hacia la distancia,
convido este pan que no me pertenece,
veo el final de los dioses y sonrío.
No se acaba la posibilidad. Me uno al todo.
Y termina mi sueño en un movimiento en el que no hay
interiores azules ni las esferas de los señores.

4 comentarios:

  1. Me encantó el comienzo: "...no quiero el auto ni la casa/Sé que entraremos en la muerte vacíos.." Aplausos.

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  2. tienes razón empieza con mucha fuerza, pero al final le hace falta un retoque. saludos, me gusto la poesia,
    belén

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