Tiene un novio en Alaska, guarda yenes bajo la almohada, es trilingüe, lee relatos de viaje, es fan de las fotos satelitales, la adoran sus mundiales amigas del chat. Pero no hay fuerza que la saque de su habitación y hace tres horas que me tiene sentado aquí con la tibia y fragante mamadera a un metro de mí.
de Juan Alba
Hola, Juan.
ResponderEliminarEste texto me hace acordar a una conversación que he tenido hace poco, vía Facebook, con un escritor que participa en esta página. En ella acordábamos que en lo "oculto" recide el mérito y la eficacia de muchas empresas humanas, entre ellas el arte. Y no es que se trate sencillamente de adivinanzas, sino, en gran medida, de evadir lo contrario: que es la obviedad.
Este texto me parece que tiene un frasfondo moralista, instructor y demás... dado que la abuela (sugiere el texto) a pesar de ser tan global, y comunicativa en la era de la comunicación, parece incapaz de mirar en torno suyo y apreciar lo necesaria que es para esa voz que nos habla . ¿Se supone que eso es una denuncia? Quizás. (De hecho, el mensaje del texto puede traducirse a un "Antes estas cosas no pasaban... Hay volver a los viejos valores. las formas tradicionales de los afectos"). Personalmente, no me interesan las intrusiones morales y mucho menos cuando éstas suponen simpleza en su construcción formal, lo cual es exactamente lo contrario al arte (según yo).
En fin, saludos y nos seguimos leyendo.
me gusta, da para reírse.Y para más claro
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